MARZO Y ABRIL: TRABAJAMOS EL PERDÓN




Empezamos el mes de marzo trabajando en el cole una nueva fortaleza: el perdón. 

¿Por qué consideramos el perdón una gran fortaleza psicológica? ¿Qué puede aportar a nuestras vidas?


Pedir perdón y perdonar es una de las claves para alcanzar la felicidad y hallar la paz interior.

PEDIR PERDÓN

Aprender el valor del perdón.

Aprender a pedir perdón es aprender también valores como la empatía, la honestidad y el sentido de la responsabilidad.

Cuando sabemos pedir perdón sinceramente, sabemos reconocer nuestros errores y también responsabilizarnos de ellos, tratando de enmendar el daño que hayamos podido causar. Una persona que sabe pedir disculpas es, además, alguien que sabrá perdonar desde el corazón y que tendrá en cuenta los sentimientos de los demás. 
Cuando en nuestra escuela enseñamos a nuestros alumnos a pedir perdón o disculparse cuando hacen daño a otro, cometen un error o se comportan de forma inadecuada, estamos enseñándoles mucho más que una norma de educación o civismo. Les estamos transmitiendo una serie de valores muy importantes:


·     El respeto: Cuando pido perdón, muestro respeto hacia ti. Y me respeto a mí mismo como una persona que ha cometido un error y que tiene la posibilidad de enmendarlo, o al menos, de mostrar arrepentimiento.
·      La humildad: Cuando pido perdón, me muestro humilde, pues reconozco mi error. Acepto que las personas podemos equivocarnos. Y que podemos disculparnos por ello.
·        La responsabilidad: Al pedir perdón, asumo mi conducta y sus consecuencias. Me hago responsable de ello.
·      La consideración: Al pedir perdón, te estoy teniendo en cuenta, me hago cargo de que he podido dañarte o molestarte. 
   


Algunos niños descubren pronto el efecto inmediato del perdón y se ocupan de repetirlo cada vez que hacen algo que no deben. Pero a veces esas disculpas no son del todo sinceras, sino que salen de su necesidad de dar por zanjado el asunto cuanto antes. Otros niños, en cambio, sienten vergüenza, demasiado orgullo o demasiado miedo a las consecuencias como para pedir perdón. Por ello es importante que desde la familia y desde la escuela creemos un ambiente que les ayude a entender los sentimientos de otros y a desarrollar su empatía, un ambiente en el que se sientan seguros y que les ayude a aceptar que todos a veces nos equivocamos, y que pedir disculpas es una manera honesta de reconocer nuestros errores y empezar a reparar el error y que demuestra, además, que somos responsables y valientes. 
 No olvidemos, además, que la mejor forma de enseñar el perdón es predicar con el ejemplo. Aceptar nuestros errores y disculparnos. Si los niños y niñas ven que en casa y en la escuela se practica el perdón, será mucho más fácil para ellos imitarlo. Aunque conviene recordarles que una disculpa no basta, sino que deben ser conscientes del daño, intentar repararlo y no volver a repetirlo.


PERDONAR

¿Cómo reaccionas cuando alguien te hace daño? ¿Eres capaz de perdonar aquello que te hicieron en el pasado o aún lo revives y lo re-sientes? Fíjate bien en la palabra: re-sentir: volver a sentir, una y otra vez, no dejar ir… ¿Te has descubierto, una y otra vez, después de que el daño ya haya pasado, sufriendo por esa misma causa?

 Llegar al perdón requiere una serie de fases. Y a menudo no es fácil. Pero sus beneficios son espectaculares y se han estudiado en todos sus niveles (físico, psicológico, interpersonal o espiritual). Muchos de esos beneficios son provocados por el alivio emocional de desprenderse de la ira y el resentimiento, emociones que si las mantenemos en el tiempo se convierten en autentico veneno para nuestro cuerpo. Si nos desprendemos de estas emociones tan perjudiciales para nosotros, nos equilibraremos emocionalmente beneficiando al cuerpo en todos sus niveles y empezaremos a construir una concepción del mundo menos hostil. 
 El mayor beneficio del perdón es la liberación, es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. No liberamos al otro, nos liberamos del resentimiento, de ese “hacer presente” el pasado, de revivir, una y otra vez, el dolor del pasado. Perdonar consiste en cortar esa energía negativa y tomar las riendas de nuestro bienestar emocional.


BENEFICIOS DE PERDONAR. Cuando tras ese proceso de crecimiento personal decidimos perdonar:

- Mejora nuestro auto-concepto y nuestra autoestima. Rompemos el victimismo y nos sentimos empoderados y proactivos.
- Nos responsabilizamos de nuestras emociones y, por tanto, de nuestra felicidad.
- Aumenta nuestro bienestar y se reducen los estados depresivos.
- Al liberarnos de emociones negativas, florecemos emocionalmente y generamos emociones positivas como la serenidad, la alegría... que provocan un maravilloso efecto dominó en nuestras vidas.

 Todos estos beneficios hacen del perdón una fortaleza que merece la pena, ¡y la alegría! trabajar. Todos tenemos la capacidad de ponerla en práctica y mejorarla. ¿Te atreves? 
  
Aferrarse a la ira es como aferrarse a una brasa candente con la intención de tirársela a otro; tú eres el que se quema.” —Buda
 



 Es importante, no obstante, diferenciar el perdón de otros comportamientos. Perdonar no consiste en olvidad los hechos, ni en negar lo ocurrido, ni tampoco en humillarse ante el otro; no es aprobar una mala acción, ni minimizarla. Ni no poner límites a relaciones tóxicas. Y, aunque el perdón facilita la reconciliación o el acercamiento, estos no siempre son posibles. Perdonar es un proceso personal de aceptación sano, proactivo y equilibrado, que nos permite liberarnos de la rabia de lo ocurrido y buscar la paz y la felicidad.
  



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PERDONARSE A UNO MISMO
Comprender, finalmente, que aunque generalmente pensamos en esta fortaleza como la capacidad de perdonar al otro, también es muy importante definir el perdón como la capacidad de perdonarse a uno mismo por sus errores, defectos o imperfecciones. No ser capaz de perdonarse a uno mismo por los errores cometidos está íntimamente relacionado, a través de la culpa, con la depresión y los trastornos de ansiedad. Por ello es importante fomentar en nuestros niños y niñas una autoestima sana, brindándoles mucho amor, poniéndoles límites y reglas razonables y ayudándoles a quererse, aceptarse y ser también conscientes de la oportunidad y el aprendizaje que encierran los "errores" que cometemos.



ALGUNAS IDEAS PARA INSPIRAR A 
LOS EQUIPOS DOCENTES


- Aulas Felices: como siempre, empezamos por las propuestas de actividades de nuestro libro de referencia: ver Aulas Felices, páginas 253 y siguientes. Estas son algunas de las actividades propuestas:

      . Otra oportunidad.
     - Perdón- Te perdono.
     - Imaginar el perdón.
     - Lo que no quieras para ti...
     - Me doy tiempo.
     - Mi carta de perdón.
     - Apreciar ser perdonado.
     - REACE
     -¿Rencor o perdón?
     - Mis dos razones.

- Otras propuestas

Vídeo: La fortaleza del perdón va muy de la mano de la empatía: Ponerse en los zapatos de otras personas: https://youtu.be/d8vgR9LawXQ
    
Juego educativo primaria: aprendo a pedir perdón de corazón. 


Actividades para trabajar el perdón en el aula: educar en el respeto.


     
     Cuentos para trabajar el perdón:  
 

ALGUNAS IDEAS PARA INSPIRAR A 
PAPÁS Y MAMÁS   


Queridos papás y mamás: os invitamos a trabajar desde casa en la misma línea del cole, ayudando a vuestros hijos a desarrollar su capacidad de pedir perdón y perdonar. Os dejamos, a continuación, algunos enlaces, por si os pueden resultar inspiradores: 

       Pedir perdón: cómo enseñarles:  



-          Perdonar se enseña con el ejemplo: http://www.abcdelbebe.com/nino/2-a-4-anos/perdonar-se-ensena-con-ejemplo-13437

-          Para leer más. Interesante artículo sobre el perdón psicología.